Introducir un nuevo producto de defensa en el mercado lleva hasta 10 años. La situación actual no permite a los creadores de estrategias defensivas relajarse ni un solo segundo, y ¿qué pasará en un futuro próximo? Varias amenazas, pronosticadas por los líderes occidentales del sector, son presentadas por 'NATO Review', la revista digital oficial de la OTAN, donde los expertos analizan los principales temas de defensa.
En una conferencia de seguridad en Estambul, que fue celebrada este mes, Jeff Kohler, el vicepresidente de desarrollo de negocios internacionales responsable de los productos y servicios de defensa de Boeing, admitió que está "muy preocupado" por nuevos retos que pueden dañar los programas informáticos de vuelo y afirmó que los aviones a día de hoy requieren de una protección contra ataques cibernéticos y con el tiempo esta necesidad
no hará más que crecer.
"Estamos muy preocupados por nuestros aviones comerciales, porque se vuelven cada vez más digitales y electrónicos. Ya hemos comenzado a poner la protección cibernética en el software de nuestras aeronaves", observó Kohler. Cuando un avión entra en el entorno del aeropuerto, empieza a intercambiar mucha información, por esta razón las empresas deben ser capaces de proteger los programas informáticos de la propia aeronave. "Así que hay un montón de cuestiones que vienen en este cibercamino", concluyó el vicepresidente.
La misma opinión comparte Martin Hill, miembro del equipo consultivo de la OTAN, quien también está investigando los métodos para mejorar la seguridad cibernética. "Cada dispositivo que tenemos depende de las redes mundiales, cada transacción que efectuamos se controla por alguien", afirmó el vicepresidente de la compañía francesa El Grupo Thales. "Es el campo en el que tenemos que esforzarnos para eludir los daños potenciales", dijo.
Cabe mencionar que las amenazas de una guerra cibernética fueron mencionadas por cada uno de los seis entrevistados. Sin embargo, también fueron citados otros factores, como el medioambiente, el problema de la colonización del Ártico, la comunicación militar y la eficacia de recursos bélicos poco numerosos, entre otros.