"En la historia de Harry Potter el villano Voldemort muere porque los siete horrocruxes, que contenían partes de su alma, fueron destruidos. Si el militarismo es el Voldemort de Japón, el templo Yasukuni en Tokio es un horrocrux que representa la parte más oscura del alma de la nación". Así lo expresa Liu Xiaoming, el embajador chino, en su artículo en 'The Telegraph'.
Este gesto es una nueva protesta de China contra la visita la semana pasada al santuario Yasukuni por parte del primer ministro de Japón, Shinzo Abe. En el santuario se homenajea a los guerreros japoneses, algunos considerados crueles criminales de guerra durante la invasión nipona a China y a otros países de Asia Oriental, lo que hace que estos países consideren Yasukuni un símbolo de militarismo y protesten contra las visitas de mandatarios japoneses al santuario.
China ya ha presentado su indignación con una protesta oficial en muchas publicaciones en los medios locales, y ha propuesto a Corea del Sur que unan sus fuerzas contra Japón.
En el nuevo gesto de China, Liu Xiaoming sostiene que el pueblo británico no puede quedarse indiferente ante lo sucedido, recordando que el Reino Unido y China lucharon codo a codo en la Segunda Guerra Mundial y jugaron un papel clave en el establecimiento de la paz después de la guerra. "Nuestros dos países comparten la responsabilidad de trabajar con la comunidad internacional para oponerse y condenar cualquier palabra o acción que intente invalidar los acuerdos de posguerra y desafiar el orden internacional", sostiene el embajador.