Finley Boyle, de tres años, estaba en el hospital desde el 3 de diciembre cuando fue anestesiada en el dentista. Los abogados de la familia de la niña insisten en que "como resultado directo de los medicamentos administrados", Finley Boyle "sufrió un paro cardíaco durante su procedimiento dental", según el canal 'ABCNews'.
Los padres de la niña dicen que tras ser anestesiada su hija permaneció durante más de 20 minutos sin cualquier asistencia médica. La falta de oxígeno causó en Finley graves daños cerebrales y como consecuencia el estado vegetativo persistente, según los abogados. La niña respiraba por su cuenta, pero necesitaba un tubo de alimentación para sobrevivir.
Tras unas semanas en el hospital, los médicos le quitaron el tubo de alimentación porque no había ninguna esperanza de recuperación. La pequeña murió el viernes por la noche rodeada de sus padres y familiares.
Los abogados presentaron una demanda ante la Corte de Primer Circuito de Hawái contra la dentista Lilly Geyer y su consultorio Island Dentistry for Children. La demanda subraya que la médica administró medicamentos inapropiados en dosis incorrectas a la niña.