"La misión era hacer un vuelo de prueba con el motor criogénico indio y todo ha ido según lo planeado", dijo K. Radhakrishnan, presidente de la Organización de Investigación Espacial de India (ISRO).
"Es un paso muy importante para el país. No hay muchos países en el mundo que hayan dominado esta tecnología de motor criogénico y la India es uno de ellos ", agregó. Los motores criogénicos generan una tracción con gas licuado que debe mantenerse a temperaturas muy bajas.
La exitosa misión, que supuso un coste de 58 millones de dólares, abre el camino a la India para convertirse en un participante más activo en el mercado rentable y prometedor de lanzadores de satélites.
En total India ha lanzado con éxito seis misiles similares (GSLV) con motores rusos criogénicos. En 2010, el país trató de lanzar uno con un motor de su propia producción, pero la tentativa fracasó.