Según informó la agencia palestina de noticias Ma'an, los niños se dirigieron directamente al secretario general de la organización, Ban Ki-Moon, para pedirle que intervenga y les ayude a recuperar el balón que, después de un fuerte chut del joven Amir, sobrevoló una valla alambrada de seguridad y alcanzó una zona controlada por las fuerzas del país hebreo.
Solo los soldados tienen acceso a estos territorios "confiscados por las autoridades israelíes para construir la barrera de separación a través de su aldea", publicó Ma'an.
En la carta enviada a Ban Ki-Moon a través de medios sociales, los menores insisten en que tienen derecho a jugar en sus propias tierras sin ninguna restricción y solicitan que su pelota sea devuelta desde el otro lado de la alambrada.
Los niños pidieron ayuda directamente a la ONU, dado que, según sus palabras, Israel violó sus derechos al no devolverles el balón ni permitirles recuperarlo.