Keiichi Hayashi, citado por el periódico británico 'The Telegraph', acusó a China de emprender de forma reiterada intentos de "cambiar el estatus quo por la fuerza o la coacción" en la región.
El diplomático japonés hizo estas declaraciones en respuesta a las recientes acusaciones hechas por el embajador de Pekín en Londres, Liu Xiaoming, quien afirmó que el primer ministro nipón, Shinzo Abe, supone una "seria amenaza para la paz mundial" al "reavivar" el espíritu militarista que en su momento fue una de las causas que provocaron la Segunda Guerra Mundial.
Xiaoming expresó así su protesta por la visita de Abe al santuario Yasukuni donde se homenajea a los guerreros japoneses, algunos considerados crueles criminales de guerra durante la invasión japonesa de China y de otros países de Asia Oriental.
En un artículo de la semana pasada en 'The Telegraph', Liu Xiaoming comparó al Japón moderno con Lord Voldemort, el mago asesino de las historias de Harry Potter, y llamó al Reino Unido a colaborar con China en contra de su enemigo común de los tiempos de la guerra.
Por su parte, Hayashi respondió a su colega chino comparando también a Pekín con el mago oscuro Voldemort. "Hay dos caminos abiertos para China. Uno de ellos es buscar el diálogo y respetar el estado de derecho. El otro es desempeñar el papel de Voldemort en la región desencadenando el mal de la carrera de armamentos y la escalada de la tensión", escribió el embajador japonés.
Hayashi destacó que Japón, como una democracia liberal que respeta plenamente los derechos humanos, ya ha expresado su "profundo remordimiento y sinceras disculpas" por el "tremendo sufrimiento" que causó en el pasado a la gente de muchos países. Asimismo, el diplomático japonés subrayó que "es irónico que un país que ha aumentado su propio gasto militar en más de un 10% al año durante los últimos 20 años llame a su vecino 'militarista'".
La tensión entre Pekín y Tokio, cuya razón más inmediata es la soberanía sobre un archipiélago en disputa en el mar Oriental de China, está aumentando a medida que el gigante oriental supera a sus vecinos y se sitúa en camino de superar a EE.UU. como la mayor economía del mundo en tan sólo una década.