Mientras tanto, la Casa Blanca ha desmentido las afirmaciones de algunos congresistas de que la creciente influencia de los yihadistas en Irak sea el resultado de la decisión de Washington de retirar a sus tropas de este país. En este sentido, Jay Carney, portavoz del Capitolio, aseguró que episodios similares de violencia se registraron también mientras los 150.000 soldados estadounidenses permanecían todavía en Irak. Además, en su primera rueda de prensa de 2014, Carney reafirmó que Washington no enviará sus tropas a Faluya.
EE.UU. intenta reactivar el conflicto en Irak para apoyar a su propia industria armamentísticaPor su parte, el vicepresidente de EE.UU., Joe Biden, ha aplaudido la reciente cooperación entre las fuerzas de seguridad iraquíes y las tribus sunitas en la provincia de Anbar, después de que Ejército de Irak anunciara una operación antiterrorista a gran escala en la zona para expulsar a los milicianos del Estado Islámico de Irak y el Levante (grupo yihadista activo en Irak y Siria), que tomaron el control de Faluya el pasado fin de semana.
No obstante, según la escritora y analista Conchetta Dellavernia, los motivos del envío de armamento por parte de EE.UU. a Irak no se basan exclusivamente en la necesidad de defensa: "EE.UU. intenta reactivar el conflicto en Irak para apoyar a su propia industria armamentística" y a las empresas privadas, en su mayor parte estadounidenses y europeas, que controlan la seguridad en el país.
A pesar de la retirada de las fuerzas estadounidenses de Irak, EE.UU. ha donado más de 14.000 millones de dólares en armas para el país, que está en guerra desde 2005.