La historia conoce bastantes ejemplos del choque de intereses cuando se trata de disputas por el agua. "Cuando tienes una fuente de agua común, que se comparte por varias naciones soberanas, siempre existe la posibilidad de un choque de intereses. Conflictos que deben ser manejables, podrían convertirse en incontrolables", dice Martin Shaerman, fundador del Instituto israelí de Estudios Estratégicos.
La escasez de este elemento es muy fuerte en Oriente Medio, una región que ya de por sí parece no necesitar causas de excesivo peso para que se desate una guerra en su territorio. El agua está cerca de ser otra de esas razones para iniciar un conflicto.
Oriente Medio y África del Norte se consideran las zonas más pobres del mundo en lo que se refiere a recursos de agua potable. El clima desértico y la falta de lluvias hacen que la población local sea completamente dependiente de las aguas subterráneas y de los ríos más importantes: el Nilo, el Jordán, el Éufrates y el Tigris.
Históricamente, la región no estaba tan densamente poblada y las fuentes de agua de las que disponía eran suficientes, aunque no sin dificultad, para satisfacer las necesidades de la gente. Sin embargo, desde 1950 la población de esta región aumentó en un total de 300 millones de personas, una cantidad equivalente a todos los habitantes actuales de EE.UU.
En Egipto, por ejemplo, la principal fuente de agua es el Nilo, que fluye desde Etiopía, que, por su parte, planea construir una presa que servirá para alimentar al generador de una futura central eléctrica. Las aguas del Éufrates fluyen a Siria e Irak desde Turquía, por lo que estas naciones se ven bastante vulnerables ante la manipulación del agua por parte de sus vecinos. Jordania, por su parte, se pone en alerta tras la construcción de una presa siria en un río del que depende su abastecimiento.
Una de las más conflictivas en lo referente a este asunto son los Altos del Golán. El agua de lluvia de su cuenca proporciona un tercio del suministro de Israel.
"Cualquiera que esté aquí entiende la importancia de los Altos del Golán para el suministro de agua a Israel, porque cada gota de agua fluye hacia el mar de Galilea. Así que podemos decir que es un deber para el Estado israelí controlar estas fuentes de agua", dice el vecino local Avi Zeria.
El agua en los Altos del Golán tiene una larga historia como germen de conflictos. Fue un punto clave en el año 1967 durante la Guerra de los Seis Días, cuando quedó ocupado por Israel.
Además, los vecinos locales viven en constante preocupación por sus negocios. Por ejemplo, el sector vitivinícola, ya que su producto depende directamente de los recursos acuíferos.
"El agua es importante porque es el segundo recurso principal que tenemos después de la tierra. Cada cultivo necesita agua, sin agua todos tus cultivos serán destruidos, al igual que toda la agricultura. Y los Altos del Golán podrían convertirse en un desierto", indica el productor de vino local Babi Kabalo.
Pero esta zona es solo un ejemplo de lo que sucede en el mundo por la cada vez mayor falta de este recurso natural. Una escasez que va en aumento y podría cambiar el escenario internacional provocando varios conflictos.