Según Szaszdi, "EE.UU. sigue con una política dual, de la que ahora se dan cuenta o expresan públicamente la amenaza real que representa no solo para EE.UU., sino a sus aliados occidentales, por ejemplo en Europa, dado que el terrorismo islamista está siendo entrenado y adoctrinado en Siria de la misma forma que lo fue en Afganistán".
Está dando de comer a la misma serpiente que después le puede morder la mano"EE.UU. sigue una política oportunista que pretendía tumbar al Gobierno sirio por todos los medios, incluyendo la ayuda a sus enemigos, los de Al Qaeda y los islamistas, pero ahora van a cosechar los frutos de su error", dijo Szaszdi a RT.
"Más bien lo que la política norteamericana en su contexto ha provocado con la lucha contra el terrorismo es crear más reclutas y más apoyo a estos elementos radicales y grupos terroristas que odian más y más y reclutan a más adeptos que realmente lucharán contra EE.UU. y el mundo occidental", resumió el experto.
Según 'The New York Times', los extremistas sirios vinculados con Al Qaeda tratan de identificar, reclutar y entrenar a estadounidenses y a personas procedentes de otros países occidentales en Siria para conseguir que lleven a cabo ataques cuando regresen a sus países. El reclutamiento de los estadounidenses es el desafío más reciente creado por el conflicto en Siria tanto para Europa como para EE.UU., afirma el diario estadounidense.
El director del FBI, James B. Comey, dijo este jueves que la vigilancia de ciudadanos estadounidenses que han regresado a su país desde Siria se ha convertido en una de sus mayores prioridades en cuestiones de contraterrorismo. "Es un asunto en el que nos centramos con mucha atención", aseguró Comey.