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Desclasificado: Margaret Thatcher, implicada en la masacre de sijes en la India
En el Reino Unido se ha desatado un escándalo debido a las acusaciones que implican a la ex primera ministra Margaret Thatcher en el asalto del Templo Dorado en la India en 1984, que se saldó con la muerte de cientos de personas.
El primer ministro británico, David Cameron, mandó esclarecer las acusaciones de un miembro del Parlamento según las cuales en 1984 el Gobierno de Margaret Thatcher habría ayudado al de la India en la sangrienta toma por asalto del Templo de Oro, en la ciudad de Amritsar, auténtico baluarte de los separatistas sijes, que se habían atrincherado en el edificio, según informa la BBC.
El parlamentario Tom Watson dijo a la BBC que había visto documentos desclasificados de hace 30 años que indican que Thatcher ordenó a las fuerzas especiales británicas ayudar a los servicios de seguridad de la entonces primera ministra de la India, Indira Gandhi, a confeccionar el plan de asalto del templo, lleno de peregrinos.
Según cifras oficiales, en la operación -que duró varios días y en la que llegaron a emplearse lanzagranadas, tanques y otro material bélico pesado- murieron 83 militares indios y 492 sijes, muchos de los cuales eran peregrinos y entre los que se contaron mujeres y 35 niños.
Distintos representantes de los sijes (así se denomina a los seguidores del sijismo, una de las religiones de la India) aseguran que murieron entre 2.000 y 10.000 personas, pero en este contexto cabe tener en cuenta el factor de la especulación política y recordar que el cálculo de las víctimas lo llevaron a cabo únicamente las autoridades indias.
Pocos meses después de los hechos, Indira Ghandi, quien había ordenado el asalto, fue asesinada por dos de sus guardaespaldas, pertenecientes a agrupaciones sijes. A su vez, el asesinato de Gandhi causó el malestar entre los hinduistas, que iniciaron disturbios que se saldaron con la muerte de unos 5.000 sijes.
Los sijes habían tenido su propio estado, anexionado por la fuerza a la India por los militares británicos. Después de que la India obtuviera la independencia de la Corona británica, los sijes exigieron la autonomía para el estado del Punyab, el más próspero del país en la actualidad.
La razón para ocultar deliberadamente que los británicos ofrecieron 'servicios de consultoría' a las autoridades indias es evidente: en el Reino Unido la comunidad india es muy numerosa, particularmente los sijes, de los que viven cerca de medio millón en el país europeo.
El parlamentario Tom Watson dijo a la BBC que había visto documentos desclasificados de hace 30 años que indican que Thatcher ordenó a las fuerzas especiales británicas ayudar a los servicios de seguridad de la entonces primera ministra de la India, Indira Gandhi, a confeccionar el plan de asalto del templo, lleno de peregrinos.
Según cifras oficiales, en la operación -que duró varios días y en la que llegaron a emplearse lanzagranadas, tanques y otro material bélico pesado- murieron 83 militares indios y 492 sijes, muchos de los cuales eran peregrinos y entre los que se contaron mujeres y 35 niños.
Distintos representantes de los sijes (así se denomina a los seguidores del sijismo, una de las religiones de la India) aseguran que murieron entre 2.000 y 10.000 personas, pero en este contexto cabe tener en cuenta el factor de la especulación política y recordar que el cálculo de las víctimas lo llevaron a cabo únicamente las autoridades indias.
Pocos meses después de los hechos, Indira Ghandi, quien había ordenado el asalto, fue asesinada por dos de sus guardaespaldas, pertenecientes a agrupaciones sijes. A su vez, el asesinato de Gandhi causó el malestar entre los hinduistas, que iniciaron disturbios que se saldaron con la muerte de unos 5.000 sijes.
Los sijes habían tenido su propio estado, anexionado por la fuerza a la India por los militares británicos. Después de que la India obtuviera la independencia de la Corona británica, los sijes exigieron la autonomía para el estado del Punyab, el más próspero del país en la actualidad.
La razón para ocultar deliberadamente que los británicos ofrecieron 'servicios de consultoría' a las autoridades indias es evidente: en el Reino Unido la comunidad india es muy numerosa, particularmente los sijes, de los que viven cerca de medio millón en el país europeo.
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