La versión de la Administración ni siquiera estaba cerca de la realidad
De esta forma, indican los autores, teniendo en cuenta la disposición de las tropas gubernamentales y de los rebeldes en el momento del ataque, reflejados en el mapa publicado por la Casa Blanca el 30 de agosto, todos los posibles puntos de lanzamiento dentro del radio de 2 kilómetros se encontraban en zonas controladas por la oposición armada.
"Este error de la inteligencia podría haber provocado una injustificada acción militar de EE.UU. basada en datos falsos", se subraya en el informe, en el que se precisa que "una investigación adecuada del hecho de que el cohete era de corto alcance", habría supuesto "a evaluación completamente diferente de la situación".
Asimismo, los autores recalcan que las conclusiones independientes de la ONU sobre el tipo y el alcance de los cohetes, "se corresponden exactamente" con los datos presentados en su informe.
"La versión de la Administración no estaba siquiera cerca de la realidad. Las conclusiones de nuestro servicio de inteligencia no pueden ser correctos", indica Postol, agregando que "definitivamente" los rebeldes sirios tenían la capacidad de fabricar este tipo de armas, lo que hace más probable la implicación del Gobierno sirio en el incidente.