"La integración apresurada de los exaliados de la URSS, como los países bálticos, Hungría, Polonia, Chequia o Eslovaquia, en la OTAN fue un error", confiesa Gates en su libro 'Deber. Memorias del secretario de la guerra', adelantado por la emisora 'Voice of America'.
El político opina que el proceso de ampliación de la OTAN que suponía la 'absorción' de los países del Pacto de Varsovia debería haberse desarrollado de forma más paulatina y califica al acuerdo entre EE.UU. y los Gobiernos de Rumanía y Bulgaria sobre la rotación de soldados en las bases militares de ''provocación innecesaria".
"¿Estaban dispuestos los europeos, sin mencionar a los estadounidenses, a enviar a sus hijos e hijas para defender Georgia o Ucrania? No lo creo. Así que la ampliación de la OTAN no fue una obligación militar cuidadosamente examinada, sino un acto político que socava los objetivos de la alianza e irresponsablemente ignora lo que Rusia considera sus intereses nacionales vitales", afirma el exjefe del Pentágono.
Gates también califica de "exageración" y "provocación colosal" los reiterados intentos de invitar a Georgia y Ucrania a la Alianza del Atlántico.
Sobre las relaciones entre EE.UU. y Rusia, el político, que trabajó con cuatro presidentes de EE.UU., considera que "la arrogancia de los funcionarios, académicos, empresarios y políticos estadounidenses que indicaron a los rusos cómo tienen que realizar su política exterior e interior, llevó a un largo periodo de amargura y rechazo''.