Pizzas de ultratumba

Nunca antes la pizza estuvo implicada en un escándalo tan grande. Las pizzerías de la sureña ciudad  italiana de Nápoles  fueron acusadas de usar ataúdes del cementerio local como leña para encender sus hornos. Los fiscales italianos ya comenzaron el proceso judicial.

Según el diario Il Giornale "uno de los pocos símbolos de la ciudad que perdura fue golpeado por esta sospecha". Los investigadores napolitanos revisan ya miles de pequeños comercios para averiguar si utilizan "la leña de ataúdes para prender sus hornos". No es el primer caso en que el cementerio local es atacado por ladrones: en 2009 fueron robados 5.000 macetas. "Una banda podría haber establecido un mercado para vender los cajones a aquellos propietarios de hornerías y pizzerías que quieren ahorrar dinero ", dice la revista.    

Tradicionalmente la pizza napolitana se cocina en un horno de piedra prendido con madera de roble. Este plato horneado fue inventado entre 1715 y 1725. Todo empezó con  la focaccia (círculos de masa recubiertos de hierbas y especias) sobre la cual los napolitanos pusieron salsa de tomate, que fue traído a Europa procedente de América por los españoles. A estos dos ingredientes se les unió en el Siglo XVII el queso mozzarella. Los colores de la pizza representan los de la Italia unificada. La famosa  "Margherita" fue servida por primera vez en 1889 y según la leyenda fue nombrada en honor de la reina Margarita de Saboya. A ella le encantó la pizza elborada con mozzarella, albahaca y jitomate, que el astuto pizzaioli Don Raffaele, cocinero de los nobles huéspedes de la reina en el Palacio de Capodimonte, bautizó salameramente con el nombre de la soberana.