Ejecuciones extrajudiciales, violaciones y torturas son cometidas regular y sistemáticamente, no sólo en el norte de Mali, donde operan los islamistas radicales, sino también en las zonas bajo control de las fuerzas gubernamentales, según un informe de la Oficina de la ONU para los Derechos Humanos. En particular, sus autores destacan que los residentes del norte de Mali sufren los efectos de una interpretación extrema de la sharia por parte de los islamistas.
"Los que más sufren la discriminación y el acoso son las mujeres, que además caen víctimas de abusos sexuales, supuestamente por no vestirse de la forma adecuada, por no cubrirse la cabeza o por conducir motocicletas", explica el portavoz de la Oficina, Rupert Colville, citado por el portal 'Un Multimedia'.
Colville cuenta que el pasado 3 de abril seis hombres armados, integrantes de un grupo extremista, violaron a una joven de 22 años por no llevar velo en casa. Según él, la violación de niñas y mujeres a menudo tiene lugar ante los miembros de la familia. "Esta práctica es ampliamente utilizada en el norte de Mali con el fin de romper la resistencia de la población", agrega.
Colville dice que los islamistas no se compadecen ni de niñas de 12 o 13 años, que -denuncia- "son forzadas a casarse con milicianos que luego someten a sus víctimas violaciones en grupo".
Los propios autores de estos crímenes enseñan al mundo sus atrocidades a través de la red, difundiéndolas en foros yihadistas para mostrar hasta qué punto han tomado el control del norte de Mali. Por ejemplo, en este vídeo puede verse cómo integrantes del Movimiento por la Unidad de la Yihad en África Occidental flagelan a un chico acusado de sodomía.