Científicos de la Universidad de Dubná, en la provincia de Moscú, presentaron el concepto de un pez robótico que pesa unos 5 kilogramos y es capaz de sumergirse a una profundidad de tres metros. Este nuevo milagro de la técnica alcanzará una velocidad de 3 kilómetros por hora y tiene una autonomía de aproximadamente 10 horas, según la agencia rusa Interfax.
El artilugio podrá operar en total silencio, característica fundamental para sus creadores. A juicio de Dmitri Krylski, catedrático de la universidad, los robots biónicos submarinos podrían emplearse con fines militares para recoger información y para detectar y desactivar bombas, entre otras misiones.
"El fundamento científico de este trabajo son las tecnológicas para el desarrollo de polímeros conductores, fuentes de energía en litio y recubrimientos hidrófobos y superhidrófobicos", señaló.
Se supone que el proyecto será implementado dentro de un año y medio.
Hoy en día los desarrollos a base de polímetros electroactivos (aquellos que presentan alguna actividad -normalmente un cambio de forma o tamaño- al ser estimulados por un campo eléctrico) constituyen un área de investigación muy prometedora. Según los expertos, el rápido desarrollo de los trabajos derivados de estos materiales se debe a la creciente demanda de convertidores electromecánicos potentes y ligeros.
Estos materiales son capaces de soportar una gran deformación al ser sometidos a grandes fuerzas y convertir la energía eléctrica en funcionamiento mecánico, lo que los convierte en el componente ideal para crear músculos artificiales.