Siete meses más tarde, los presidentes de los comités de inteligencia de la Cámara de Representantes y del Senado respectivamente han opinado sobre los presuntos lazos internacionales del extécnico de la Agencia de Seguridad Nacional con el Gobierno ruso.
Creo que hay una razón por la que terminó en las manos, en los amorosos brazos, de un agente del FSB en Moscú. No creo que sea una coincidencia
En el programa de CBS 'Face the Nation' el pasado fin de semana, el congresista republicano Mike Rogers sugirió que otro país podría haber influido en la elección de los datos robados por Snowden.
"Considerando la información que extrajo en su totalidad, la mayoría de los datos tienen que ver con eventos militares, tácticos u operacionales en todas las partes del mundo", dijo el político.
En otro programa, 'Meet the Press' de NBC, que salió a la luz el domingo pasado, el miembro de la Cámara Baja señaló de manera más explícita al Servicio de Seguridad Federal ruso (FSB).
"Creo que hay una razón por la que terminó en las manos, en los amorosos brazos, de un agente del FSB en Moscú. No creo que sea una coincidencia", dijo.
En el mismo programa, la senadora demócrata Dianne Feinstein respondió de manera escueta y concreta a la pregunta sobre si Snowden trabajaba para Rusia: "Posiblemente. No lo sabemos en este momento".
Según 'Huffington Post', Rogers y Feinstein confirmaron su participación en una investigación que contempla esta posibilidad.
EE.UU. "no tiene pruebas de que Snowden tuviera cómplices que le ayudaran o instruyeran sobre qué materiales tenían que 'hackear' ni cómo hacerlo", según informó la agencia Reuters citando a altos cargos gubernamentales.
"Hay cero posibilidades de que China o Rusia hayan tenido acceso a ningún documento clasificado", aseguró el propio excolaborador de la NSA en una entrevista concedida al diario 'The New York Times' en octubre pasado.