El viceprimer ministro de Rusia, Dmitri Rogozin, calificó el Pantsir como "la primera máquina operable en el medio agresivo", destacando su compatibilidad con las temperaturas extremadamente bajas. El político, que visitó este lunes la denominada ciudad de los armeros rusos, Tula, aseguró que la adaptación del arma al clima ártico no solo consistió en pintar el complejo de los colores que predominan en la zona (blanco y gris).
La munición de cada una de estas potentes instalaciones, colocadas sobre un remolcador, consta de 12 misiles y 1.400 proyectiles para los cañones antiaéreos. Con una serie de disparos el sistema puede impactar más de una veintena de objetivos. El alcance del Pantsir es de unos 15 kilómetros, pero mediante una modernización los armeros esperan incrementarlo hasta los 40 kilómetros.
Aunque no existe todavía ningún análogo del Pantsir-S1 en el mundo, sus diseñadores piensan en una nueva generación de este tipo de sistemas. Dicen que solo tardarán tres años en desarrollarla.
Sobre los planes de la prueba en el Ártico avisó el vicedirector ejecutivo de la Oficina de Diseño Instrumental de Tula, Nikolái Jojlov, citado por la agencia de noticias Interfax. Se trata de la misma empresa que construyó la versión existente del complejo antiaéreo.