El proyecto innovador fue desarrollado por la compañía tecnológica norteamericana GATR, con sede en Alabama, que ofreció un equipo de comunicación inusual: la antena parabólica flexible se monta dentro de una especie de globo, lo que reduce el peso y volumen del embalaje hasta en un 80% en comparación con las antenas convencionales. El sistema está diseñado para el uso terrestre y es particularmente útil en áreas remotas donde la comunicación constante y sostenida supone todo un desafío.
GATR ofrece sus antenas flexibles en tres diámetros de 2,4, 1,8 y 1,2 metros. La compañía afirma que el plato del tamaño mayor permite un uso más eficiente que la capacidad actual del ancho de banda por satélite, lo que supone que más personas pueden comunicarse de forma simultánea.
El equipamiento se desdobla e infla y puede ponerse en marcha en 30 minutos. El sistema de mayor tamaño puede ser guardado en dos estuches y pesa menos de 45 kg, por lo que es considerablemente más fácil de transportar en comparación con las antenas de satélite actuales. La esfera menor pesa solo 31 kg y puede llevarse en una mochila.
El novedoso equipamiento hará la vida más fácil no solo a las tropas estadounidenses, sino a las finanzas de Washington, ya que el costo tanto de la producción de los nuevos equipos de comunicación, como su transporte, también se reduciría.