La ONU impone más sanciones a Irán
Los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU, Rusia, Estados Unidos y China acordaron implantar nuevas sanciones contra el régimen iraní.
Tal fue la decisión del Consejo de Seguridad de la ONU, misma que fue precedida por arduas deliberaciones en torno al borrador presentado semanas atrás por EE. UU. en el “Grupo de los Seis” (Rusia, EE.UU., China, Reino Unido, Francia y Alemania).
El documento contiene un listado considerablemente amplio de armamentos prohibidos para su exportación a la República Islámica de Irán, enumera sanciones contra los bancos iraníes relacionados con el programa nuclear de Teherán y establece un mecanismo de inspección de barcos, en caso de existir sospechas de que transportan “cargamentos peligrosos”.
Una vez aprobada la resolución será mayor el número de ciudadanos y empresas iraníes a los que se les prohibirá efectuar actividades económicas en el extranjero. Sin embargo, según declaró el representante permanente de Rusia ante la ONU, Vitaly Churkin, todavía no ha finalizado la elaboración de las llamadas “nóminas de sanciones”, que serán anexadas a la futura resolución del Consejo de Seguridad.
Al mismo tiempo el documento considera plenamente el derecho de Teherán a la autodefensa. Rusia puso como condición la necesidad de que la resolución “no cause problemas a las actividades económicas normales en el territorio de Irán, a los vínculos comerciales de este país con sus socios extranjeros y por supuesto no tenga repercusiones negativas para la situación humanitaria en ese país”.
El diplomático ruso dio una positiva evaluación a la inicativa conjunta de Turquía y Brasil, que han acordado recientemente con Teherán un posible mecanismo de intercambio de combustible nuclear.
La actitud más intransigente con respecto a Irán proviene de los EE. UU. La secretaria de Estado, Hillary Clinton, por ejemplo, sigue insistiendo en la necesidad de redactar una resolución extremadamente dura de sanciones contra Irán, pues dijo “se niega a parar su programa de enriquecimiento de uranio hasta el 20%, lo que está en flagrante contradicción con las reglas internacionales”.
Clinton subrayó además que las buenas intenciones de Irán no deben ser sólo verbales, sino quedar plasmadas en la cooperación práctica con el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) y traducirse en el envío por parte de Irán a la sede del OIEA de toda la información correspondiente.
A partir de 2006 el Consejo de Seguridad de la ONU ha aprobado ya tres resoluciones que previnieron y luego endurecieron las sanciones contra la República Islámica de Irán.