Las revelaciones de Edward Snowden reabrieron el debate entre privacidad y seguridad, cuestionaron a los servicios secretos estadounidenses, pero también pusieron en evidencia la fragilidad y la desprotección de nuestras comunicaciones. Ahora un nuevo teléfono móvil inteligente se lo pone más complicado a las agencias de inteligencia y a las grandes corporaciones que nos vigilan.
"Todo el mundo es muy consciente sobre el nivel de espionaje que hay. Sin embargo, no todo el mundo es consciente de que cualquier dispositivo móvil, en sus actividades del día a día, está siendo vigilado por las grandes empresas. Blackphone está hecho para cualquier persona que obedece las leyes democráticas y que necesita privacidad y seguridad", explica el responsable de desarrollo de negocios del Blackphone, Tony Bryant
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Las conversaciones, los mensajes y archivos que se envíen, o lo que se consulte a través de él, estarán encriptados. El propietario, además, podrá mantener su anonimato: solo tendrá un nombre de usuario y un número de teléfono virtual que no estará asociado a ningún dispositivo.
Los posibles compradores del dispositivo, estrenado
en las calles de Madrid, perciben el Blackphone de manera diversa. "Yo creo que es extremadamente importante, porque si nosotros compramos un teléfono y un tío cualquiera sabe todo de nuestra vida privada, es trágico; para mí es trágico", expresó su opinión un ciudadano de mediana edad.
"La Administración ya conoce de nosotros muchísimo; si encima nuestras vidas son tan fáciles de conocer, estamos bastante desprotegidos", cree una mujer.
"Te pueden controlar, está claro. Hay algunas personas a quienes les da igual si les controlan o no, pero eso si no tienen que esconder nada. En el caso contrario, sí tienen que preocuparse", reflexiona una española.
Al mismo tiempo, otro entrevistado se mostró bastante tranquilo al respecto: "Me da lo mismo, no tengo nada que ocultar y entiendo que, cuando salga ese, habrá otra tecnología que lo suplantará para poder seguir espiando".
En Suiza estará el centro de almacenamiento de datos, pero solo con los nombres de los usuarios. Hay que esperar un mes más para verlo. Los detalles los guardan escrupulosamente entre España y EE.UU. las dos empresas que lo han desarrollado. Con este nuevo dispositivo la tecnología y la innovación al servicio de Gobiernos o de las grandes corporaciones se trasladan a la calle, donde también los límites a nuestra privacidad están en cuestión.