Los investigadores ya llevan varios años investigando la potencial amenaza que representa Nueva Madrid. La zona sísmica se extiende por 250 kilómetros y atraviesa territorios de los estados de Arkansas, Illinois, Indiana, Kentucky, Mississippi, Missouri y Tennessee.
En 1811 y 1812, una serie de potentes terremotos de magnitudes de entre 7,5 y 7,7 sacudió el valle central del río Mississippi. Tierras de cultivo de la zona se hundieron y se convirtieron en pantanos. El número de víctimas causadas por los sismos se desconoce hasta ahora, pero los expertos no creen que hubiera muchas, ya que entonces la región estaba escasamente poblada. Desde 1812, en la zona frecuentemente se han registrado sismos de baja intensidad.
A diferencia de la falla de San Andrés, en California, y otras fallas que se extienden a lo largo de los límites de las placas tectónicas en movimiento, Nueva Madrid apenas ha sido estudiada, ya que está en el centro del continente, lejos de los límites de las placas.
Nuestros nuevos resultados nos dicen que algo está pasando allí, y por lo tanto, es posible una repetición de los desastres naturales de 1811 y 1812Uno de los estudios anteriores sugería que la falla puede estar inactiva, debido a datos del GPS que revelaron poca presión en la superficie. Otra investigación llegó a la misma conclusión explicando que son réplicas de los terremotos de la segunda década del siglo XIX las responsables de la actual actividad sísmica en la falla.
No obstante, el reciente estudio sugiere lo contrario. Hough y el geofísico del USGS Morgan Page, de Pasadena, California, analizaron los sismos en la región de Nueva Madrid y con el uso de la moderna tecnología informática determinaron que los continuos temblores no están relacionados con los grandes terremotos de hace dos siglos.
"Nuestros nuevos resultados nos dicen que algo está pasando allí, y por lo tanto, es posible una repetición de los desastres naturales de 1811 y 1812", advirtió Hough citada por la cadena CBSNews. El USGS estima que hay una probabilidad de entre el 7% y el 10% de que eso ocurra en los próximos 50 años.
Arthur Frankel, sismólogo de la USGS en Seattle que no participó en el estudio, dijo que los últimos resultados parecen plausibles. Su reciente trabajo de campo con el uso del GPS mostró un movimiento significativo de la tierra a lo largo de la falla en la última década, lo que indica una acumulación de presión que podría conllevar sismos potencialmente peligrosos.
Sin embargo, Andrew Newman, geofísico del Instituto de Tecnología del estado de Georgia, dijo, por su parte, que el método utilizado en el mencionado estudio funciona bien para las fallas que se ubican a lo largo de los límites de placas, pero no está seguro de que esto sea aplicable también a la enigmática falla de Nueva Madrid.