Los legisladores votaron en reuniones a puerta cerrada para proveer a las fuerzas de la oposición hasta el 30 de septiembre, fecha límite del año fiscal del Gobierno de EE.UU. La decisión muestra un cambio de actitud en los debates del Congreso con relación al año pasado, en el que los mismos comités eran reacios a suministrar armas debido a las preocupaciones de que las armas estadounidenses terminaran en manos de los islamistas radicales que luchan en la región, siendo el grupo Al Nusra, respaldado por Al Qaeda, el más conocido. Sin embargo, estas preocupaciones parecen haber disminuido.
La guerra de Siria está en un punto muerto
No se conoce exactamente cuándo aprobó el Congreso esta ayuda letal, sin embargo las fuentes especularon que fue firmado en una sección clasificada de un proyecto de ley de asignaciones de defensa que fue aprobado en diciembre de 2013.
"La guerra de Siria está en un punto muerto", asegura Bruce Riedel, exanalista de la CIA y asesor de la actual política exterior del presidente Obama. "Los rebeldes carecen de la organización y de las armas para derrotar a Al Assad, el régimen carece de mano de obra leal para suprimir la rebelión. Los aliados externos de ambos bandos (...) están dispuestos a proveer el suficiente dinero y armas para descongestionar el estancamiento en un futuro previsible".