El movimiento juvenil ruso ‘Nashi’ (‘Los Nuestros’) llama a boicotear las mercancías procedentes de Lituania, ya que este país báltico reconoció la esvástica como su patrimonio histórico y no un símbolo del fascismo. Esta decisión la tomó el tribunal lituano.
“Suponemos, que esta decisión contradice a todos los acuerdos y normas internacionales que consideran el uso de la esvástica ilegal. Tanta justificación del fascismo no es apropiada”, afirmó la portavoz del movimiento, Kristina Potúpchik. Añadió, que la posición lituana debe ser condenada por la comunidad mundial.
Los activistas de ‘Nashi’ trabajarán en los centros comerciales grandes, distribuyendo las octavillas con protesta contra el restablecimiento de los símbolos nazis. Así llamarán a los ciudadanos abstenerse de comprar las mercancías producidas en Lituania.
No es la primera vez cuando en los países bálticos intentan de justificar a los fascistas y reescribir la historia. En 2007 la desmontadura del monumento del soldado soviético en el centro de Talin, provocó mucha atención internacional. Las marchas neonazis y de los veteranos de las unidades hitlerianas de SS se realizan en Lituania y Letonia, donde además fue condenado como un criminal militar el guerrillero antifascista Vasily Kónonov que luchaba contra los colaboracionistas del fascismo durante la Segunda Guerra Mundial.