La estafa se llevó a cabo en el marco de un programa de reclutamiento de la Guardia Nacional lanzado en 2005 para compensar la carencia de personal militar en medio de las guerras en Afganistán e Irak.
El programa pagó varios miles de dólares a militares e incluso a civiles que alistaron a amigos o conocidos.
Las prácticas consistían, entre otras, en alistar a militares ya reclutados y en registrar a voluntarios que se alistaban por sí mismos como si hubieran sido atraídos.
Además, los reclutadores profesionales que según las condiciones del programa no tenían derecho a primas transferían sus casos de reclutamiento a terceras personas con las que compartían las ganancias.
Debido a fallos en el programa, solo cinco militares recaudaron un millón de dólares en pagos fraudulentos.
En total, más de 3.000 militares recibieron primas que parecen cuestionables y quedan por investigar otros 66 millones de dólares, según el teniente general William Grisoli, director de personal del Ejército.
Según estimaciones, el Ejército completará la revisión de todos los pagos realizados en el seno del programa en otoño de 2016.
El primer aviso sobre un fraude potencial llegó en 2007. En 2012 el Ejército canceló el programa, que había proporcionado más de 150.000 reclutas y tuvo un coste de 459 millones de dólares.
Durante la audiencia de este martes la senadora Claire McCaskill criticó el Ejército, que tardó cuatro años en revelar la estafa.
Solo nueve casos fueron investigados entre 2007 y 2009.
"Se me romperá el corazón si muchos logran evitar la responsabilidad", dijo la senadora citada por 'USA Today'.
El escándalo ha afectado a la cúpula de la Guardia Nacional, incluidos dos generales de dos estrellas y 18 coroneles.
Ninguno de ellos fue encarcelado o sancionado ni dimitió, según el mayor general David Quantock, un alto cargo responsable de las investigaciones en el Ejército.
Solo 16 personas han sido condenadas y encarceladas por esta estafa.