A pesar de que el motivo inicial de las protestas fue el incremento de los pasajes, algunos de los manifestantes se movilizaron también en contra de la organización del Mundial de Fútbol Brasil 2014. Bajo lemas como “FIFA paga mi billete”, “El Mundial no se va a hacer” o “Cuánto cuesta mi derecho de ir y venir”, algunos manifestantes arrancaron varios tornos de la estación e invitaron a los presentes a saltarse los controles para acceder sin pagar.
La protesta comenzó sobre las 18:20 hora local (20.20 GMT) de forma pacífica en el centro de la ciudad. Sin embargo, la violencia se desató cuando los manifestantes entraron en masa en la estación central de autobuses de Río de Janeiro.
La Policía Militar, que accedió al recinto, lanzó bombas de gas lacrimógeno para dispersar a los manifestantes. Fuera de la estación se produjeron varios enfrentamientos entre las fuerzas del orden y algunos grupos de manifestantes.