Las madres de tres estadounidenses arrestados por las autoridades iraníes regresaron a Nueva York. Señalaron que llegar a Estados Unidos sin sus hijos es "el dolor casi más de lo que podemos soportar".
"Guardaremos para siempre los momentos preciosos que pudimos pasar con nuestros hijos", dijo Nora Shourd, la madre de uno de los presos.
Las madres de los turistas estadounidenses Shane Bauer, de 27 años, Sarah Shourd, de 31 años, y Josh Fattal, de 27 años, llegaron a Teherán el 19 de mayo y se encontraron con sus hijos dos veces en el hotel Estaghlal, que se ubica cerca de la prisión Evin donde están encarcelados los detenidos.
La visita de las madres se hizo posible el 11 de mayo, cuando el ministro de Asuntos Exteriores iraní, Manuchehr Mottaki, ordenó a la misión diplomática iraní en Naciones Unidas que emitiera los visados para ellas, explicándolo por 'razones humanitarias'. Las mujeres pidieron al Gobierno iraní que las mismas razones le permita liberar a los turistas, pero Teherán rehusó dejar a los acusados de espionaje.
Los tres fueron detenidos el 31 de julio del año pasado tras entrar en Irán desde el vecino Irak. Sus familias dijeron que estaban de excursión y se extraviaron, por lo que accidentalmente cruzaron la frontera que está mal señalada en la zona en la que fueron detenidos. Sin embargo, Teherán considera que "entraron ilegalmente en Irán con objetivos sospechosos", por lo que serán juzgados en consecuencia, según dijo en diciembre Mottaki.