Rusia festeja el día del Descenso del Espíritu Santo
La fiesta conmemora el descenso del Espíritu Santo a los apóstoles al quincuagésimo día después de la Resurección de Cristo y el inicio de la actividad de la Iglesia. El tradicional nombre corto de la fiesta en Rusia es ‘Troitsa’ (‘La Trinidad’).
El patriarca de Moscú y toda Rusia, Kiril, rezó una misa solemne en el monasterio de la Trinidad y San Sergio en la ciudad de Sérguiev Posad, cerca de Moscú, que es uno de los principales monasterios de Rusia y para la cual hoy es la fiesta patrona. En el oficio divino también participa el patriarca de Constantinopla, Bartolomé.
Según la tradición muy antigua, el suelo de las iglesias y de las casas de los parroquianos se adornan con flores, hierbas y ramas de los árboles, que simboliza la renovación y el poder vivificante del Espíritu Santo que afecta a las almas de todos los fieles. Todos los clérigos están vestidos con las ropas verdes por la misma razón. Los íconos en las iglesias se adornan con las ramas jóvenes de abedul – el árbol que es uno de los símbolos de Rusia–.
La misa al día de Santa Trinidad es una de las más hermosas y solemnes del año. La renovación de las almas coincide con la renovación de la naturaleza y el inicio del verano. Se rezan las oraciones especiales y se cantan los cantos que sólo este día se puede oír en la iglesia, por ejemplo, 'Eres el Dios que hace milagros'.
La unificación de los días de Pentecostés y de la Santa Trinidad en la ortodoxia se explica por lo que con el descenso del Espiritú Santo fue recibida la prueba visible de la naturaleza trinitaria de Dios. El día siguiente se festeja el Día de Espíritu Santo.
En la iconografía rusa la unidad de las tres hipóstesis de Dios se representa en la imagen de los tres ángeles que visitaron a Abraham en el encinar de Mambré, según narra el Antiguo Testamento. La condecoración de las iglesias con las plantas también conmemora este encinar. La idea de la Santísima Trinidad es muy popular entre los ortodoxos, hay muchas iglesias y monasterios consagrados en honor de la Trinidad en todas partes de Rusia. El ícono 'La Santísima Trinidad' de Andréi Rubliov es probablemente la más conocida obra maestra de toda la pintura medieval rusa.
El famoso escritor ruso Iván Shmeliov así describe la impresión de un niño pequeño del ícono de la Santísima Trinidad: “Yo sé. Es el ícono más alegre. Están sentados tres santos con cetritos bajo un árbol, y enfrente de ellos están las manzanitas sobre la mesa. Cuando miro este ícono, imagino por algo las fiestas, los visitas”.
