La normativa, que no fija una edad mínima determinada, establece que podrán optar a la eutanasia menores que padezcan un "sufrimiento físico insoportable y su muerte a corto plazo sea inevitable".
La voluntad del niño debe de ir acompañada del consentimiento de los padres y de un psicólogo que no pertenezca al grupo de los doctores que observan el niño.
Para que entre vigor, la ley debe ser firmada por el rey.
Desde 2002 es legal en Bélgica la eutanasia para personas mayores de 18 años, mientras que Países Bajos permite la eutanasia para los niños de más de 13 años que hayan dado su consentimiento.