Se trata de un pasadizo de 60 centímetros de ancho y una altura variable que conecta la ciudad de Nogales, en el estado de Sonora, con la ciudad norteamericana de Arizona.
En el interior del túnel, que dispone de un revestimiento de madera contra posibles derrumbes, un sistema de ventilación e iluminación, los agentes hallaron 290 kilos de marihuana y heroína.
Para dar con este túnel se llevo a cabo una investigación conjunta de la DEA norteamericana, la patrulla fronteriza y las autoridades mexicanas, que hallaron la entrada al pasadizo camuflada en una casa cercana a la frontera.
Desde 2008, han sido desmantelados 75 túneles fronterizos como este.