El 24 de mayo se cumplen 70 años del nacimiento de Iósif Brodsky, relevante poeta ruso, Premio Nobel de Literatura en 1987, creador de excelentes poemas y protagonista de una vida extraordinaria.
Nació en una familia judía en Leningrado (San Petersburgo actual) en 1940 y su infancia coincidió con el bloqueo y la devastación de posguerra. Paradójicamente, Brodsky, que llegó a ser profesor e impartió clases en la Universidad de Harvard y en la de Nueva York años después, no acabó sus estudios de primaria. A los 15 años de edad dejó la escuela y comenzó a trabajar en una fábrica. Luego cambió de trabajo y de profesión varias veces. En lo referente a su educación, fue un estudiante autodidacta que amplió sus conocimientos gracias a una afición a la lectura exhaustiva, pero también caótica.
Empezó escribir poemas a los 18 años. Posteriormente, entró en contacto y trabó amistad con Anna Ajmátova, Bulát Okudzháva, Anatoli Naiman y otros destacados representantes de la cultura y la literatura rusa de aquella época.
El 13 de febrero de 1964 fue arrestado y procesado por "parasitismo social" y finalmente condenado a cinco años de trabajos forzados en una localidad apartada, en la región de Arjánguelsk, en el norte de Rusia.
Su juicio se hizo público y al cabo de unos años fue indultado por la presión de la comunidad internacional, especialmente después de una llamada a las autoridades soviéticas por parte del escritor francés Jean-Paul Sartre. Sin embargo, en 1972 la dirección estatal le obligó a elegir entre el exilio o ser víctima de represión en su propio país.
En julio de ese mismo año emigró a Austria y después se estableció en Estados Unidos donde se granjeó la admiración de la comunidad científica y literaria. En 1987 recibió el Premio Nobel de Literatura por su "obra, llena de pureza de pensamiento y por la claridad de su poesía".
Murió de un infarto de miocardio el 28 enero de 1996 en Nueva York y fue enterrado en la ciudad de Venecia, Italia.