Se trata de la Estación de Energía Solar Ivanpah (Ivanpah Solar Electric Generating Station), que se inauguró el pasado jueves en desierto de Mojave, en la frontera de los estados de Nevada y California.
La planta, que pertenece a Google, NRG Energy y Brightsource Energy Inc., cuenta con unos 300.000 espejos concentrados en una superficie de 13.000 kilómetros cuadrados, y tiene la capacidad de producir 400 MW de energía y de abastecer con este valioso recurso a 140.000 edificios en California. La estación puede disminuir las emisiones de dióxido de carbono en más de 400.000 toneladas al año, lo que equivale a las emisiones de unos 72.000 coches.
La construcción de la planta, parte de la cual pertenece a Google, ha durado casi 7 años y su coste se ha elevado hasta los 2.200 millones de dólares. "El proyecto de Ivanpah es el ejemplo brillante de cómo EE.UU. se está convirtiendo en el líder mundial en energía solar", dijo el secretario de Energía estadounidense Ernest Moniz en su inauguración.
Sin embargo, a la par que se pretende combatir determinados problemas ecológicos, la planta genera otros. La reflexión de los rayos solares causa el aumento de la temperatura del aire hasta unos 500 grados, lo que deriva en la muerte de muchos pájaros del desierto, informa Brightsource.
"Sabemos que los proyectos solares pueden ser peligrosos para las aves", dijo Michael Connor, el director de Western Watersheds Project, una organización ambientalista de California. "Pero nos dicen que el peligro no es grande y será monitoreado. ¿Y qué pasa ahora? Mueren muchas aves y no pasa nada".
El Buró de la Gestión de la Tierra (Bureau of Land Management) ha emprendido una investigación para estudiar la influencia de la planta en las aves.