En unos 47 municipios la situación es aún peor, ya que los habitantes no tienen suministro de agua. La situación sigue siendo muy grave en la región metropolitana de São Paulo, a pesar de las fuertes lluvias que incluso causaron una inundación. La cantidad de agua almacenada es de menos del 20%, es decir, la situación se considera extrema.
Las causas principales son el calor y la falta de lluvias: en el año 2013 se registró la menor cantidad de precipitaciones desde 1930, cuando se inició la medición, según los datos de la empresa de servicios públicos de agua Sabesp. La falta de precipitaciones en el año 2014 también ha batido ya el récord histórico de 84 años.
Entre los efectos secundarios de la sequía está el riesgo de expansión de enfermedades como el dengue, debido a que los habitantes empiezan a guardar el agua en varios recipientes donde pueden reproducirse los insectos portadores de esa infección.