Los últimos tres años han sido más difíciles para el Ejército estadounidense, ya que se ha registrado un aumento del triple de despidos debido a la mala conducta y los delitos internos, según los documentos oficiales a los que tuvo acceso AP.
En el año 2010 un total de 119 oficiales de EE.UU. se vieron obligados a abandonar el servicio por mala conducta, en 2013 ya fueron despedidos 387 oficiales. Para los soldados, el número pasó de 5.600 en 2007 a 11.000 el año pasado.
Los expertos señalan que el crecimiento del número de delitos en el Ejército es directamente proporcional a la larga presencia en lugares de guerra, en Irak y Afganistán por ejemplo, tanto entre los oficiales como entre los soldados normales.
Durante las invasiones a Irak y Afganistán, en el Ejército de EE.UU. se registró un récord de delitos, 570.000 casos, más que en cualquier otro servicio militar.
"En los últimos 10 o 12 años, cuando desplegamos tropas en Oriente Medio, tal vez no estábamos enfocados en la disciplina. A veces perdemos de vista el espíritu militar sano", admitió uno de los altos representantes del Ejército estadounidense, el general Ray Odierno.