"Ya tenemos dos meses viéndolos en las universidades haciendo reuniones; el cuento que tienen es ofrecer visas", sostuvo el presidente venezolano.
Además, el líder bolivariano tachó de "insolente" la solicitud por parte del Departamento de Estado estadounidense donde piden detener las acciones judiciales contra el opositor Leopoldo López, que fue directamente acusado por las autoridades venezolanas de incitar las violentas protestas.
El presidente denunció que un diplomático venezolano recibió una llamada telefónica desde el Departamento de Estado advirtiendo que el arresto del líder opositor Leopoldo López "tendría consecuencias internacionales negativas" para su gobierno. "No acepto amenazas de nadie en este mundo. (...) Yo no recibo órdenes de nadie, solo del pueblo, a quien le debo lealtad", subrayó contestando las declaraciones del extranjeo.
El año pasado el Gobierno venezolano tomó la decisión de expulsar a tres diplomáticos estadounidenses por su participación en el "sabotaje" económico y por tratar de desestabilizar el país. Desde 2010, las relaciones entre Venezuela y Estados Unidos están a nivel de encargados de negocios.