Después de más de una década de conflictos en Oriente Medio, 2014 es el año en el que EE.UU. comienza oficialmente a reorientar su enfoque militar hacia Asia, ya que Washington pretende contrarrestar la escalada militar de China, según publicó la cadena Fox News.
El pasado fin de semana, como parte del ejercicio conjunto multinacional anual conocido como Cobra Gold, EE.UU. envió un grupo de trabajo al centro de Tailandia. Se trató de la primera vez en la que botas de militares de EE.UU. pisaron suelo asiático desde el cambio oficial de su política militar. El ejercicio, en el que participaron 400 paracaidistas de la cuarta Brigada de Combate, la División de Infantería número 25, conocida como 4-25, consistía en tomar y mantener la seguridad de un aeródromo en Lop Buri, a unos 90 kilómetros al norte de Bangkok, en medio de un supuesto desastre humanitario.
En los ejercicios Cobra Gold considerados los mayores en la región Asia-Pacífico y llevados a cabo por EE.UU. y Tailandia en colaboración con otros cinco Estados, participaron unos 14.000 soldados, de los cuales 9.000 eran estadounidenses, 4.000 de Tailandia, 300 de Corea de Sur, 160 de Indonesia, 120 de Malasia, 120 de Japón y 80 de Singapur.
Según varios analistas, citados por Fox News, el objetivo estratégico de los ejercicios era demostrar a las autoridades chinas que EE.UU. puede ser rápido y eficaz en el apoyo de sus aliados asiáticos, todos los cuales forman un estrecho arco en torno a China: desde la India y Nepal a través de Singapur, Malasia e Indonesia, a Corea del Sur y Japón.
"Se ha enviado un mensaje sobre nuestra capacidad de combate a nuestros aliados preocupados por aquellos que amenazan la paz y la estabilidad en la región", dijo a Fox News el coronel del Ejército Matt McFarlane, comandante de la 4-25. "Somos una fuerza establecida de contingencia para cuando hay una necesidad operativa de obtener una gran cantidad de poder de combate en cualquier lugar, en cualquier momento [en la región Asia Pacífico] y para tranquilizar a nuestros aliados y demostrar que podemos estar allí para apoyarlos", agregó.
La presencia de las tropas estadounidenses en los territorios que China considera su 'patio trasero' podría resultar inquietante para Pekín, dicen varios analistas militares. "Es un poderoso mensaje de que EE.UU. está poniendo sus botas en aquel suelo, ya que tienen toda la fuerza militar estadounidense detrás de ellos. Todos los países de la región lo reconocen", dijo el general retirado Jack Keane, un analista de seguridad nacional y exjefe interino del Estado Mayor del Ejército estadounidense.
Un alto cargo militar chino aseguró, por su parte, que "el impacto militar regional" de China "no puede ser ignorado", por lo que este año por primera vez los ejercicios contaron con la participación unos 17 soldados observadores de China. No obstante, su invitación es vista por los expertos más escépticos como un intento de pasar por alto el "espinoso tema" de que los ejercicios podrían estar dirigidos parcialmente contra Pekín, que ha ido aumentando su gasto militar en más de un 10% anual, según Fox News.