Miles de millones de dólares han sido gastados en la lucha contra el terrorismo en el norte y el oeste del continente. Sin embargo, los disturbios y el caos en la región no cesan, sostiene el experto.
"Implementamos solo una política de la fuerza –argumenta–. Si hubiéramos contribuido al desarrollo de África, podría abastecerse a sí misma y al resto del mundo con la alimentación. Pero la política de Occidente está encaminada al genocidio: en lugar de desarrollar los países africanos, Occidente permite que la gente muera de hambre, en guerras y por enfermedades".
El experto citó los ejemplos de Mali, Libia y la República Centroafricana, donde la política de EE.UU. y sus aliados contribuyó a las revueltas antigubernamentales. "¿Qué nos traen estas medidas?", se pregunta.
Freeman califica el derrocamiento del gobernante libio Muammar Gaddafi como una "tontería delictiva" por los efectos que dejó para el propio país y los intereses occidentales. "Echen un vistazo a la República Centroafricana –agrega–, el país está en ruinas y ya casi no existe".
El experto se refiere a los efectos devastadores de la guerra civil en la antigua colonia francesa. Cerca de 1.000 personas han muerto, un 20% del total de la población del país y aproximadamente la mitad de los vecinos de la capital se vieron obligados a huir. Algunas aldeas están completamente despobladas. La ONU declaró la república zona de desastre humanitario.
Hace un año en Mali se produjo un golpe de Estado, recuerda Freeman, y estamos viendo un crecimiento de la influencia de la agrupación islamista Boko Haram. "En el norte de Mali –adelanta– luchamos contra el terrorismo con ayuda de las tropas francesas. Se habría podido invertir el dinero gastado en la construcción de carreteras, centrales eléctricas, proyectos para mejorar el suministro de agua y en general incrementar el nivel de vida de la población de África. Pero decidimos no hacerlo".
Cualesquiera que sean los motivos del rumbo que adoptó la política de EE.UU. en la región, el gasto anual de más de mil millones de dólares es completamente ineficaz, considera el editor de la revista.