Los economistas predicen cómo será el mundo en 2114

Un 'parasol espacial' creado por geoingeniería, la reproducción comercializada sin recurrir al sexo o la aparición de una élite mundial unida por la inteligencia artificial son las predicciones de tres ilustres economistas para dentro de cien años.
Martin Weitzman, profesor de economía de la Universidad de Harvard (EE.UU.), predice que el futuro de nuestro planeta dentro de 100 años estará determinado, en primer lugar, por el cambio climático, informa el diario británico 'Financial Times'.

El profesor cree que las consecuencias de la enorme cantidad de emisiones de dióxido de carbono que se lanzarán a la atmósfera obligarán a la humanidad a resolver el problema del calentamiento global.

Weitzman cree que lo único que puede ayudar a paliar los efectos del calentamiento del planeta es la geoingeniería, concretamente la creación de un 'parasol espacial' mediante el lanzamiento a la estratosfera de partículas reflejantes que bloquearán una parte de las radiaciones solares entrantes.

El economista especifica que existe un 'efecto de paraguas' natural: nuestro planeta puede crear un parasol temporal cuando se produce una enorme erupción volcánica que expulsa dióxido de azufre a la estratosfera. Las partículas de aerosol forman enlaces con este dióxido, lo que refleja la luz solar entrante y baja la temperatura de la superficie de la Tierra.

Weitzman subraya que la idea de crear la 'sombrilla espacial' es bastante polémica y tiene muchas deficencias, pero añade que es la única medida que podría reducir la temperatura de la superficie del planeta de manera instantánea.

Robert Shiller, profesor de economía de la Universidad de Yale (EE.UU.) y premio nobel de economía en 2013, predice que el nuevo siglo traerá consigo muchos retos debido a que un gran número de personas querrán gozar de un buen nivel de vida en un planeta con recursos limitados, por lo que aparecerán nuevas armas estratégicas de destrucción masiva más peligrosas y nuevas tecnologías de la información que revolucionarán los mercados de recursos laborales y crearán nuevos riesgos para las profesiones.

La gestión de estos riesgos se convertirá, en gran parte, en competencia de la ciencia y la tecnología. Shiller predice que las tecnologías de la información, que ya ahora evolucionan a un ritmo vertiginoso, en el nuevo siglo serán capaces de influir en estas tendencias.

Además, el profesor supone que el intelecto artificial que podría aparecer en el futuro dará lugar a la unificación de las culturas y de las tendencias de la cultura global. Aparecerán nuevos tipos de subculturas sin fronteras geográficas. En particular, es posible que emerja una cultura cosmopolita compartida por las personas que tengan una mayor relación con la inteligencia artificial: una especie de élite mundial que mediante la comunicación y el diálogo constantes va a desarrollar un afecto mutuo entre sus miembros, predice el economista. Al mismo tiempo, miles de millones de 'otras' personas formarán una red mundial de guetos, dice el profesor.

No obstante, la globalización de la cultura no será completa ni incluso entre los miembros de la élite, pues se mantendrán las antiguas rivalidades tradicionales, religiosas e interétnicas, que podrían ser estímulo de guerras.

Alvin Roth, profesor de la Universidad de Stanford (EE.UU.), cree que la tendencia más importante de cara al futuro es que la economía seguirá creciendo, y llegará a ser cada vez más coherente y unificada. La riqueza material aumentará y los estilos de vida saludables van a cobrar cada vez más importancia. 

El economista opina que el incremento de la prosperidad no supondrá una desaparición de la competitividad, ya que las personas tendrán más opciones de ser competitivas según sus intereses. Muchos preferirán formas de vida más lentas, aprovechando la juventud para acumular experiencias e impresiones.

El profesor predice que se debilitará la percepción negativa que se tiene de las medicinas estimulantes que ayudan a concentrarse y a mejorar la memoria y la inteligencia. Según Roth, tomar estimulantes seguros será equiparable a tener una buena alimentación. Estos estimulantes serán imprescindibles para los que aspiran a ascender en la escala profesional.

Al mismo tiempo, algunos medicamentos como los potenciadores de la memoria dejarán de considerarse estimuladores y pasarán a venderse como fármacos para tratar las enfermedades que ahora no son consideradas dolencias.

Además, el economista predice la aparición de un mercado internacional de tecnologías de la reproducción con opciones de carácter comercial ajenas a las relaciones sexuales o al matrimonio heterosexual tradicional. Roth predice que dentro de 100 años serán comunes varias formas alternativas de familia, como el matrimonio gay y la poligamia, que ya no provocarán el rechazo general.