El alto nivel de alerta se activó cuando el Índice de la Calidad del Aire (AQI) de Pekín superó los 300 microgramos por metro cúbico este viernes (diez veces más que el nivel seguro establecido por la Organización Mundial de la Salud, OMS), informa Reuters citando a la agencia de noticias china Xinhua.
La categoría naranja, que es la segunda más alta en el sistema de cuatro colores (azul, amarillo, naranja y rojo), aconseja a las escuelas que cancelen las clases deportivas en exteriores y establece que los niños y los ancianos permanezcan en casa. Las autoridades también han instado a los ciudadanos a no salir de sus casas sin necesidad y si es posible, dejar los coches y utilizar el transporte público.
El gobierno también ordenó a más de 100 fábricas en Pekín detener o limitar sus actividades tan pronto como la alerta naranja entró en vigor. 36 empresas recibieron la orden de detener la producción por completo, mientras que otras 75 tuvieron que reducirla.
El índice AQI mide seis contaminantes del aire incluyendo las partículas PM2.5 que tienen un diámetro menor de 2,5 micras y han sido un importante contribuyente a la contaminación que durante los últimos años sumerge periódicamente a gran parte del norte y el este de China en este humo tóxico.
La contaminación del aire en China es tan grave que incluso es visible desde el espacio. Para ser conscientes de su densidad, basta con comparar el nivel actual de China de partículas de 2,5 micras (PM2.5), superior a 1.000, con el nivel más alto jamás registrado en Nueva York, que fue de 29 microgramos por metro cúbico, mientras que el tope alcanzado en Los Ángeles fue de 43.