"En Ucrania ahora bloquean a los disconformes con métodos autoritarios e incluso terroristas", asegura el comunicado de la Cancillería.
"Da la sensación de que el acuerdo del 21 de febrero se está usando para encubrir un cambio de poder en Ucrania. Lo más preocupante es que se intenta involucrar en ello a las estructuras internacionales, incluso al Secretariado de la ONU", según el comunicado.
El Ministerio de Exteriores mostró preocupación por que algunos políticos europeos hayan apoyado los comicios presidenciales en mayo a pesar de que el acuerdo del 21 de febrero estipulaba que tendrían lugar únicamente después de la reforma constitucional. "La legitimidad de las acciones de la Rada es dudosa. Sobre la 'racionalidad revolucionaria', ellos crean 'decisiones' y 'leyes' que tienen el objetivo de, entre otras cosas, limitar los derechos de los rusos y otras minorías que viven en Ucrania", reza el comunicado.
Una reforma del poder en Ucrania debe tener en cuenta las opiniones de los diputados de las regiones sureñas y orientales de Ucrania, se añade en el documento.
Todos los implicados en la crisis de Ucrania deben volver al marco legal y poner freno a las acciones de los extremistas que tomaron el poder por fuerza, pide la Cancillería rusa.