De acuerdo con Bloomberg, el programa arrancó en 2013 y está siendo desarrollado por Blue Ocean, el departamento de Rolls Royce de investigación en materia de barcos, con el objetivo de crear un servicio de transporte más seguro, más barato y más limpio que los buques de carga tradicionales.
En estas embarcaciones los miembros de tripulación serán suplantados por un ordenador que controlará el rumbo mediante cámaras y dispositivos de navegación y comunicaciones.
El objetivo de estos cargueros robot es disminuir considerablemente el coste de mantenimiento de la tripulación, que se calcula en 3.300 dólares diarios, lo que supone el 44% del total de gasto de una operación de transporte. Además, un barco robot generaría menos contaminación y tendría más espacio para carga.
Sin embargo, aún queda mucho para que esos barcos no tripulados surquen el mar. Como señala Bloomberg, existen algunos obstáculos legales y financieros que habría que superar. No en vano, los barcos sin tripulación son considerados como ilegales según los requisitos internacionales que establecen un número mínimo de tripulantes.