"Mi posición es la siguiente: Rusia está dispuesta desarrollar relaciones multifacéticas y respetuosas con la fraternal Ucrania. Mutuamente beneficiosas y eficaces. Pero Ucrania para nosotros no es un grupo de personas que, derramando sangre en Maidán, tomó el poder violando la Constitucion y otras leyes de su país. Este es un país de pueblos muy diversos. Ucranianos, rusos, tártaros, judíos y otras nacionalidades que viven en concordia
", esribió Medvédev en su página en Facebook.
"Rusia quiere una Ucrania fuerte y estable, un socio económicamente predecible y solvente. No a un familiar pobre que siempre pide limosna", escribió el primer ministro.
Medvédev opina que la actual autoridad del presidente Yanukóvich es insignificante, pero eso no invalida el hecho de que, según la Constitución de Ucrania, sea el legítimo jefe del Estado.
"Si es culpable ante Ucrania, llevad al cabo un proceso de destitución según la Constitución ucraniana y juzgadle. Todo lo demás es un atropello arbitrario. Una toma del poder", opina Medvédev, subrayando que en caso contrario el orden en el país será muy inestable y acabará derivando en un nuevo golpe y en "nueva sangre".