Los manifestantes eran en su mayoría estudiantes universitarios que participaban en una marcha pacífica que comenzó en la Universidad de Georgetown y terminó frente a la Casa Blanca. En su intento por convencer al presidente Barack Obama de que suspenda el proyecto, los manifestantes gritaban "justicia climática ahora" y portaban pancartas con lemas tales como "No manchemos la Tierra".
Según los ambientalistas, el oleoducto, que partiría desde los yacimientos de arenas bituminosas de Alberta en Canadá, tendrá un impacto negativo en el medio ambiente que contribuiría al calentamiento global.
El oleoducto Keystone XL debe abarcar 2.000 kilómetros desde las arenas de alquitrán de Canadá hasta el Golfo de México, atravesando EE.UU. de norte a sur. Los impulsores del proyecto insisten que su construcción, cuyo coste se estima en 7.000 de dólares, reduciría la dependencia del crudo respecto de Oriente Medio y generaría aproximadamente 42.000 puestos del trabajo al año en EE.UU.
Según un informe del Departamento de Estado, la construcción del oleoducto Keystone XL, que descadenó la mayor protesta por el cambio climático en la historia de EE.UU., no influiría "significativamente" en el calentamiento global. No obstante, la masiva indignación popular ha obligado a aplazar la construcción del Keystone XL varias veces para poder evaluar más detalladamente su posible impacto sobre la naturaleza, así como las medidas para minimizar estos riesgos.