El lanzamiento se produce días después de que Pionyang lanzara misiles balísticos en respuesta a los ejercicios militares anuales a gran escala que Corea del Sur y EE.UU. realizan conjuntamente. Un portavoz del Ejército estadounidense, coronel Steven Warren, dijo que Washington se toma en serio el lanzamiento de misiles y exhortó a Pionyang a "evitar acciones que agraven las tensiones y a respetar sus obligaciones y sus compromisos internacionales".
En estos días Corea del Sur y EE.UU. realizan maniobras militares conjuntas a gran escala que continuarán hasta el 6 de marzo. Corea del Norte había exigido repetidamente que no se realizasen dichas maniobras, amenazando con la reanudación de la guerra en la península de Corea.