En el marco de una ceremonia solemne celebrada el miércoles, Dehqán precisó que el sistema de defensa antiaérea Mersad y un total de cuatro tipos diferentes de misiles balísticos de producción propia se unieron a las ‘filas’ de las fuerzas aéreas del país, según recoge la cadena local Press TV. Más concretamente, se trata de los Fateh-110 (‘Conquistador’), Khalij-e-Fars (‘Golfo Pérsico’), Qiam (‘Rebelión’) y Qadr H1, estando los dos últimos equipados con ojivas múltiples.
“Estos misiles son capaces de abatir y destruir blancos hostiles con precisión y responden a una variedad de necesidades de las fuerzas armadas”, destacó el ministro. Al mismo tiempo, reiteró que el potencial militar de la república islámica no supone una amenaza para ningún país ya que, afirma, la doctrina de defensa iraní se basa en la disuasión.
La agencia iraní de noticias Fars adelantó algunos detalles técnicos de los misiles. Según esta información, los Qadr de combustible líquido tienen un alcance de hasta 2.000 kilómetros, por lo que pueden abatir blancos a distancias suficientes como para alcanzar Israel.
Por su parte, los Qiam son misiles tierra-tierra y de crucero, con un diseño sin alas, de combustible líquido y pueden lanzarse desde varios tipos de lanzadoras. Tienen 16 metros de largo y seis toneladas de peso, mientras que su ojiva pesa 746 kilogramos. Su alcance declarado es de 800 kilómetros. Los Khalij-e Fars son los únicos misiles iranís supersónicos, de combustible sólido y con un alcance declarado de hasta 300 kilómetros, con una ojiva de 650 kilogramos y un sistema avanzado que le permite evadir radares enemigos. En cuanto al escudo antimisiles Mersad, la agencia destaca que es capaz de trazar y abatir aviones y objetos voladores a altitudes de entre 70 y 150 kilómetros.