El movimiento se lanzó en 2001, cuando un vertido de crudo afectó gravemente a los pingüinos azules, informa 'The Telegraph'.
The Penguin Foundation dice que los suéteres ayudan a las criaturas a mantener el calor y eliminan la necesidad de limpiar el petróleo con sus picos.
La fundación australiana afirma que los suéteres son fáciles de tejer porque los pingüinos son muy pequeños, alcanzan unos 30 centímetros de altura.
La fundación distribuye los suéteres recibidos a otros centros de la vida silvestre. Las prendas se usan hasta que los pingüinos están suficientemente hidratados por los guardabosques locales, que luego se los quitan y los desechan.
Lyn Blom, una tejedora que vive en la isla de Philip, dijo que hace tiempo se puso manos a la obra y ya ha confeccionado entre 200 y 300 suéteres de varios modelos y colores.