Aunque la información oficial sobre el proyecto es muy escasa, los expertos en armamentos vincularon el denominado 'buque de combate litoral' con las preparaciones para un eventual conflicto bélico por las islas Senkaku (Diaoyu en chino), informa 'The Diplomat'.
El navío de nueva generación deberá ser muy veloz (entre 40 y 50 nudos) y capaz de operar en regiones costeras e incluso en las playas. Con este fin tendrá una cubierta de dimensiones típicas para una corbeta, pero con un perfil mucho más bajo.
Podría presentar una variante más ligera de los navíos de la clase Independence de la Armada de EE.UU. Dos unidades de esta novedosa serie, con el desplazamiento de entre 2.000 y 2.800 toneladas, se encuentran a flote y cuatro más están en construcción en distintos astilleros estadounidenses.
Según las estimaciones preliminares, el desplazamiento de la nave podría ser reducido hasta aproximadamente 1.000 toneladas. La cubierta superior podría llevar varios helicópteros antisubmarinos SH-60K y otros antiminas, del modelo MCH-101, además de otros dispositivos dragaminas, mientras que en su interior el buque podría cobijar los vehículos blindados de la infantería de marina.
Los Gobiernos de Japón y EE.UU. anunciaron los planes del desarrollo conjunto del navío después de una reunión que sostuvieron en Tokio el 4 de marzo la embajadora estadounidense en Japón, Caroline Kennedy, y el ministro de Exteriores japonés, Fumio Kishida. Las partes difundieron un comunicado, donde hicieron una referencia al acuerdo bilateral de asistencia mutua en Defensa del año 1954.