Fue entonces cuando el hombre se dirigió al Gobierno de EE.UU. con una petición de asilo puesto que, conforme a la ley de Arabia Saudita, la orientación sexual no tradicional se castiga con la muerte, la flagelación pública o la prisión.
En su propio país, el Gobierno de Obama ignora principios que procura en el extranjero
Washington, que aboga por defender vehementemente los derechos de los gays en todo el mundo, todavía no ha decidido qué hacer con el exdiplomático saudí y su petición sigue pendiente.
"Este es un caso en el que EE.UU. está dispuesto a violar su propia legislación para complacer a la monarquía saudita. En su propio país, el Gobierno de Obama ignora principios que procura en el extranjero, negando a Asseri el derecho de asilo y tratando de deportarle cuatro años después de haber pedido ayuda", dijo a RT Ali Abbas Al Ahmed, director del Instituto para el Golfo.
Cabe mencionar que Arabia Saudita es uno de los aliados más cercanos de Estados Unidos en Oriente Medio. "La Administración Obama ya ha demostrado que los derechos de los homosexuales le preocupan menos que la opinión del monarca de Arabia Saudita", subrayó Ali Abbas Al Ahmed.