El jefe de la Policía de Malasia, Gen Khalid Abu Bakar, aseguró que el iraní "no era miembro de ningún grupo terrorista", y agregó que el joven, Pouria Nour Mohammad Mehrdad, intentaba viajar a Alemania con el pasaporte robado a un ciudadano austriaco
para buscar asilo. Se informa que las autoridades se han puesto en contacto con su madre en el país europeo, que estaba esperando la llegada de su hijo en Fráncfort.
Los expertos han reconocido que el joven violó la seguridad del
aeropuerto, pero afirman que esa es una práctica relativamente común en
una región considerada como un centro de inmigración ilegal. Aunque el jefe de la Policía de Malasia dijo entonces que las autoridades aún no habían identificado al
segundo hombre que embarcó con un pasaporte robado a un italiano, horas más tarde se lo identificó como Delavar Seyed Mohammadreza, otro ciudadano iraní de 29 años. De momento, Malasia está trabajando en las operaciones de búsqueda y rescate con otros 14 países.
Un joven iraní que, supuestamente, conocía a los dos hombres que embarcaron con los pasaportes robados afirma que ellos compraron los documentos en Irán y pagaron 10.000 dólares por ellos.
El avión desaparecido, que despegó del aeropuerto internacional de Kuala-Lumpur a las 00:41 hora local del pasado sábado, debía aterrizar en la capital china a las 06:30, pero desapareció del radar luego de entrar a espacio aéreo controlado por Vietnam. El último dato registrado del Boeing 777-200 es que viajaba a 700 metros de altura y a 500 km/h. "El vuelo llevaba 227 pasajeros (incluidos dos niños) y 12 miembros de la tripulación", especificó la compañía aérea.
Por el momento no se han encontrado huellas definitivas que indiquen su destino, y entre las versiones de lo sucedido figuran un posible atentado terrorista y la destrucción del vehículo en el aire. Cerca de la costa vietnamita, en la zona de su desaparición, se hallaron grandes escombros, pero un análisis permitió descartar la posibilidad de que sean los restos de la nave. Además, el 9 de marzo fueron encontradas dos manchas de aceite que podrían tener conexión con la posible destrucción del avión, pero el análisis tampoco pudo confirmar esta idea.
Mientras, el Pentágono envió el pasado lunes el destructor Kidd al Mar de China Meridional para la búsqueda del avión. Anteriormente se envió con esa misma tarea al destructor Pinckney y al avión de patrulla P-3C Orion.
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