"Los países occidentales y el Gobierno de Ucrania afirman que esto [el referendo] se contradice con la Constitución de Ucrania", recuerda el analista, que sostiene que el problema de su punto de vista radica en que "el propio Gobierno de Ucrania fue creado de manera contraria a la Constitución del país".
Por otra parte, el comentarista político Alexánder Nekrásov sugiere que las declaraciones de Occidente sobre la presunta ilegitimidad del referendo en Crimea son "una mera guerra de palabras y juegos políticos". Según él, se trata de la voluntad del pueblo, porque fueron los crimeos quienes pidieron ayuda a Rusia, razón por la que -sostiene- "cualquier declaración de Occidente acerca de la ilegalidad del referendo es infundada".
"El futuro de Crimea será decidido por los residentes de la península, y no por Barack Obama o los funcionarios en Londres o en Bruselas, ni siquiera por la ONU", sostiene.
A juicio de Nekrásov, Occidente va a estar ahora muy pendiente del referendo en su intento pot encontrar una razón para declarar su ilegalidad o violaciones de las leyes. "Occidente no reconocerá los resultados de las elecciones, incluso si un 90% de la población vota por la reunificación con Rusia", opina el experto, agregando que tampoco lo reconocerá el nuevo Gobierno derechista de Ucrania en su intento por imponer sanciones.
No obstante, agrega, en este sentido Occidente es bastante "débil", ya que -afirma- no tiene una idea concreta de qué es lo que hay que hacer exactamente y además no existe una postura común al respecto entre los países occidentales.
La votación de China en el Consejo de Seguridad
Nekrásov opina que Occidente está descontento con China, que se abstuvo en el Consejo de Seguridad de la ONU en la votación de la resolución que condena el referendo en Crimea, hasta el punto de que incluso intentaron presentar esta votación de China como "antirusa", lo que -sostiene- no se corresponde con la realidad.
"China apoya a Rusia, los medios oficiales chinos indican que Pekín apoya a Moscú y condena las sanciones económicas contra Rusia", recuerda.
Respecto a la abstención de China, el analista Alexánder Merkuris explica que Pekín no puede tomar decisiones que puedan ser consideradas como precedentes y luego ser usadas por el Gobierno de Taiwán para celebrar luego un referendo sobre su independencia.