El Ejército de EE.UU., desde sus instalaciones en la isla de Diego García en el territorio británico del océano Índico (BIOT, por sus siglas en inglés), incumpliendo las normas ambientales, durante tres décadas ha estado vertiendo cientos de toneladas de desechos humanos y aguas residuales en una laguna de coral declarada hace cuatro años como la reserva marina más grande del mundo, informa 'The Independent'.
Dicha práctica salió a la luz en abril del año pasado, pero solo ahora ha sido de conocimiento público después de que el Ministerio de Relaciones Exteriores y Asuntos de la Commonwealth (FCO, por sus siglas en inglés) presentara una declaración por escrito en el Parlamento británico.
Según el subsecretario parlamentario de Asuntos Exteriores, Mark Simmonds, los buques estadounidenses amarrados en la laguna cristalina han vertido las aguas residuales a la zona protegida desde la estación de apoyo naval establecida allí en la década de 1980. El político reconoció que los residuos son contrarios con la política del Gobierno británico, que ha subrayado en repetidas ocasiones su compromiso de mantener el ambiente prístino de las islas y que estas prácticas podrían dañar los corales, protegidos por la Convención intergubernamental sobre los Humedales.
El político mencionó que un gran buque puede generar varias toneladas de desperdicios húmedos y aguas residuales en un solo día, lo que sugiere que cientos de toneladas de desechos producidos por la Armada de EE.UU. en la isla de Diego García se han vertido en la laguna transparente
en los últimos 30 años.
Los científicos británicos ya han llegado a la conclusión de que en el agua de la laguna los niveles de nitrógeno y fosfato son hasta cuatro veces superiores a lo normal, lo que puede ser perjudicial para los corales. Simmonds
añadió que sigue en marcha un estudio para evaluar el daño causado por las actividades antiambientales de la Marina norteamericana.
Cabe mencionar que este escándalo no es el primero relacionado con la base estadounidense en el archipiélago de Chagos: esta ha sido una de las instalaciones militares más aisladas y polémicas del mundo desde que el Reino Unido sacó a la fuerza a cientos de isleños a principios de 1970, abandonándolos en la indigencia, para desplegar allí a las fuerzas de EE.UU., incluyendo submarinos nucleares y bombarderos.
Actualmente, los chagosianos luchan por regresar a sus tierras nativas, pero todos sus intentos de recuperarlas han fracasado debido a la fuerte oposición británica y estadounidense, quienes alegan que el entorno de la laguna podría dañarse por la repoblación de las islas. Los datos recién revelados sobre la contaminación causada por los militares desplegados en medio de la reserva marina podrían ayudar a los activistas a sumar otro argumento de peso a favor de su causa.